Construcción de caminos de alfabetización democrática*

La democracia es un sistema político y un modo de vida

 Como sistema político, parte del reconocimiento de la dignidad humana y funciona con determinadas reglas que el propio pueblo se da a través de un pacto social, con el fin de garantizar la convivencia pacífica y el desarrollo sostenible de la sociedad. Como modo de vida, es la práctica cotidiana de los valores democráticos y de la deconstrucción de la autocracia que aún tiene profundas raíces. A nivel internacional ya son reconocidas las falencias del sistema democrático venezolano. Basta con analizar las voces públicas nacionales e internacionales, entre ellas las de Organizaciones de Desarrollo Social (ODS) venezolana como PROVEA , Foro Penal, diputadas y diputados, democráticamente electos en diciembre del año 2015, y las de Organismos como la OEA, la ONU, la Unión Europea. En Venezuela hay un régimen político que no solo ha socavado los pilares institucionales de la democracia como sistema político, constriñendo a los poderes públicos desde el quebrantamiento reiterado de la Constitución, sino que ha creado las bases para la reproducción de un modo de vida dependiente, generando un declive económico, la pauperización de la población y el deterioro de los servicio públicos, aunado a las reiteradas violaciones a los derechos humanos (Estudio ENCOVI, de la Universidad Católica Andrés Bello, 2021[i], documento de la Comisión de Determinación de los Hechos de la ONU, 2020[ii], entre otros estudios).

El informe del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS, 2020[iii]) resume así, la cuantía de protestas recurrentes en el territorio nacional: 4930 en el año 2017, 5315 en 2018, 10477 en 2019 y en el primer semestre de 2020, 4414 protestas a pesar del confinamiento por covid 19. La mayoría de estas protestas son por los derechos sociales: la exigibilidad de alimentos y servicios básicos constituyen el núcleo, en menor grado, por derechos económicos y aún menor, por los derechos políticos (algunas de ellas por la liberación de presos políticos o reclamos por las condiciones infrahumana de encarcelamiento-donde principalmente se suman los familiares con apoyo de algunas organizaciones de defensa de los derechos humanos-).  A pesar de la magnitud de la problemática, las movilizaciones sociales tienen poco peso en este factor político tan central.

Es necesario ampliar los espacios cívicos

A pesar de la grave situación social y política, hay una baja expresión de un modo de vida democrático en nuestro diario quehacer. Una reducción creciente de los espacios cívicos que a su vez, favorecen la acción autocrática y abusiva del régimen venezolano.

Creemos necesario ampliar los espacios cívicos y para ello es menester la formación ciudadana. Pueden ser múltiples las vías para desarrollar la formación cívica, que preferimos llamar construcción de caminos de alfabetización democrática. Alfabetizar es enseñar a leer y escribir una lengua y en Venezuela necesitamos aprender a hablar y a pensar con códigos democráticos. El término alfabetización democrática lo leímos por primera vez en De Franco (s/f)[iv], quien afirma que entre democracia y autocracia, hay una brecha inestable, dada la poca tradición democrática de la sociedad a lo largo de la historia, por lo que muchas veces el énfasis debe ponerse en desaprender la autocracia. Adquirir e internalizar el lenguaje de la democracia y desaprender la autocracia es un asunto urgente en muchas partes del mundo, pero en especial en nuestra Venezuela.

Para lograr ese reconocimiento es necesario saber qué significa la democracia como sistema político, qué significa que el pueblo sea el titular del poder político, que entendemos por “pueblo”,  qué es la democracia directa, qué es la democracia representativa, qué son elecciones libres y justas, que significan las decisiones de la mayoría y por qué son importantes las minorías, qué son los poderes públicos, porqué es importante el equilibrio de poderes, por qué es importante la alternancia política. qué es ser ciudadano y cuál es su rol en la contraloría social y en la gobernanza democrática, cómo se relacionan los derechos y los deberes humanos, qué es el imperio de la ley. Es necesario conocer cómo nos representamos los valores democráticos de transparencia, pluralidad, tolerancia, libertad e igualdad; hasta qué punto se reflejan en nuestros comportamientos, hasta dónde lo que decimos y hacemos es congruente con los principios democráticos y hasta dónde reconocemos la autocracia en nosotros y en nuestras relaciones.

Ese reconocimiento de las virtudes de la democracia como sistema político y de los valores que la sustentan, requiere de una vinculación de los conceptos involucrados con nuestro diario quehacer en los distintos ámbitos donde nos desenvolvemos.  Por ello el trabajo formativo debe realizarse desde un enfoque constructivista, tomando situaciones frecuentes en la vida personal, comunitaria y en el espacio social más amplio, transversalizando el enfoque de género porque la relación hombre –mujer en el micro espacio y en relación con las leyes y otras estructuras e instituciones pueden ser fuente de autocracia o democracia.  Por ejemplo, tomar el comportamiento autocrático de la persona que habita en un edificio y decide sembrar una matas de  flores en el espacio  de jardín donde hay grama, sin consultar con la junta de condominio porque él cree que se ve bonito y porque le gustan mucho esas flores, el ejemplo en un barrio popular donde el que dirige la organización de base decide a quien se le otorgan los recipientes para almacenar agua potable,  sin que se concierten criterios de distribución, o el ejemplo de la conformación de una comisión para hacer el reclamo de la falla de los servicio públicos en una comunidad donde alguien argumenta que es mejor que vayan los hombres porque a las mujeres “no les hacen caso las autoridades”, entre otros muchísimos ejemplos que necesitamos identificar con los propios vecinos.

La formulación de proyectos y otras iniciativas sociocomunitarias son un excelente vehículo para recuperar y fortalecer la democracia. ¿Cómo es nuestra actuación?  Cuánto de democracia y cuánto de autocracia ponemos en acción?

* Gloria Carrasco (documento adaptado de papel de trabajo con fecha 12 12 2020)